Hoy el mundo del pádel está de luto por la pérdida de uno de sus pioneros más queridos y respetados, Carles, cuyo legado ha dejado
una huella imborrable en este deporte que tanto amaba.
Carles no solo fue un jugador excepcional, sino también un visionario que contribuyó significativamente al crecimiento y
popularización del pádel en su comunidad y más allá. Desde sus primeros días en las pistas, mostró un talento innato y una pasión
ardiente por el juego que inspiró a generaciones de jugadores y aficionados.

Nacido en una familia donde el deporte era parte fundamental de la vida, Carles descubrió su amor por el pádel desde temprana edad.
Su habilidad para anticipar los movimientos de sus oponentes y su destreza en la cancha lo llevaron a ganar numerosos torneos locales
y regionales, estableciéndose como un referente en el deporte.
Sin embargo, su impacto trascendió más allá de sus habilidades atléticas. Carles dedicó gran parte de su vida a enseñar y entrenar a
jóvenes promesas, compartiendo generosamente su conocimiento y experiencia. Era conocido por su humildad y su capacidad para
motivar a otros a alcanzar su máximo potencial, tanto dentro como fuera de la cancha.
Además de ser un jugador consumado, Carles desempeñó roles clave en el desarrollo de infraestructuras deportivas y programas
comunitarios que fomentaron la participación en el pádel. Su compromiso con la integridad y el fair play era ejemplar, siendo un
modelo a seguir para todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Fuera de la cancha, Carles era conocido por su calidez y su espíritu generoso. Siempre dispuesto a escuchar y a apoyar a otros, dejó
una impresión indeleble en todos aquellos que tuvieron el honor de cruzarse en su camino.
Hoy, mientras lamentamos su partida, celebramos la vida y el legado de Carles. Su pasión, dedicación y amor por el pádel seguirán
siendo una inspiración para todos nosotros. Que su memoria perdure en cada golpe, en cada torneo y en cada corazón que ha sido
tocado por su gracia y su carisma.
Descansa en paz, querido Carles. Tu espíritu vivirá eternamente en el tejido mismo de este deporte que tanto amaste y en las vidas que
transformaste.